Yo invito, tú pagas

- ¡¡Camarero!!
- Diga, Señor George
- A ver… ponga unas viandas aquí a los amigos, que invito yo.
- Sí señor, a cuenta de la visa del ayuntamiento no?
- Por supuesto, aquí invito yo ¡¡ pero paga otro !!
- Lo que diga el Señor.
- Hombre, claro. Que ando como la Espe, que con lo mío no llego a fin de mes.

Leo en el Blog de Calafell comentarios que indican hasta qué punto son generosos nuestros bobernantes. Lo son tanto que con lo que en ayuntamientos de otros paises se destina a gastos de representación de un mes aquí no llega ni para pasar un weekend. Toma torneo indoor de veteranos del F.C. Barcelona a más de 8.000.000 de pesetas el evento y luego degusta un menú en La Barca a no menos de 15.000 cucas (las antiguas cucas) por barba, o mandíbula debiera decir. Unas 50 mandíbulas batientes, hagan números......

Y en el blog de Segur publican los sueldos de algunos regidores en un pasquín creado como los romances de verano, sin compromiso ni perspectivas de futuro. Sin el compromiso de los que se quejan de que realmente vayan a arreglar nada cuando gobiernen en eso de tener sueldos de presidente de The Coca Company (y tal vez no me refiero a la compañía de refrescos). En el reino de Kalafell lo primero que hace uno cuando llega a tribuna es subirse el sueldo por encima del IPC de Beverly Hills y subir también el precio del abono a todos los socios (lo llaman IBI) para que el club vaya sobradito.

Y respecto a perspectivas de futuro es que prometen el oro y el moro (de lo primero en Segur hay poco pero de lo segundo vamos sobrados) y luego tararí que te ví. Para ellos el oro y para nosotros el moro. Y todavía quedan ilusos confiados en la honradez del embustero profesional al que algunos llaman político que aún defienden estas actuaciones. Zoketismo en estado puro.

La política está llenita de Zaplanas. La diferencia es que éste al menos reconoció para qué se metía en política, cosa que otros no hacen. Y ya no sirve aquello de "a este mejor le pagas un traje que invitarlo a comer, porque ahora ya a algunos los invitan a trajes y a comer".

Nada mejor que decir hasta luego dejando un poema dedicado a aquellos que cobran pluses por asistir a los plenos...

DÉJAME DORMIR, MAMÁ

Fray Junípero

Hijo mío, por favor,
de tu blando lecho salta.
Déjame dormir, mamá,
que no hace ninguna falta.

Hijo mío, por favor,
levántate y desayuna.
Déjame dormir, mamá,
que no hace falta ninguna.

Hijo mío, por favor,
que traigo el café con leche.
Mamá, deja que en las sábanas
un rato más aproveche.

Hijo mío, por favor,
que España entera se afana.
¡Que no! ¡Que no me levanto
porque no me da la gana!

Hijo mío, por favor,
que el sol está ya en lo alto.
Déjame dormir, mamá,
no pasa nada si falto.

Hijo mío, por favor,
que es la hora del almuerzo.
Déjame, que levantarme
me supone mucho esfuerzo.

Hijo mío, por favor,
van a llamarte haragán.
Déjame, mamá, que nunca
me ha importado el qué dirán.

Hijo mío, por favor,
¿y si tu jefe se enfada?
Que no, mamá, déjame,
que no me va pasar nada.

Hijo mío, por favor,
que ya has dormido en exceso.
Déjame, mamá, que soy
diputado del Congreso
y si falto a las sesiones
ni se advierte ni se nota.

Solamente necesito
acudir cuando se vota,
que los diputados somos
ovejitas de un rebaño
para votar lo que digan
y dormir en el escaño.

En serio, mamita mía,
yo no sé por qué te inquietas
si por ser culiparlante
cobro mi sueldo y mis dietas.

Lo único que preciso,
de verdad, mamá, no insistas,
es conseguir otra vez
que me pongan en las listas.

Hacer la pelota al líder,
ser sumiso, ser amable
Y aplaudirle, por supuesto,
cuando en la tribuna hable.

Y es que ser parlamentario
fatiga mucho y amuerma.
Por eso estoy tan molido.
¡Déjame, mamá, que duerma!

Bueno, te dejo, hijo mío.
Perdóname, lo lamento.
¡Yo no sabía el estrés
que produce el Parlamento!